jueves, enero 05, 2006

Dejando el activismo... durante unos meses.

Dejo el activismo para pasar a la creación artística. ¿Porqué? Por un sencillo motivo, para dar ejemplo de lo que debe ser la creación en el mundo digital que vivimos y así poder mandar a todos los que proclaman que compartir es malo a lugar de donde no deberían haber salido jamás.

Durante varios años he estado al pie del cañón, de un cañón humeante, en clara desventaja frente a un enemigo atroz, brutal, abrumador y despiadado. Somos unos pocos los ciudadanos que sacrificamos nuestro tiempo y nuestra salud para defender nada más y nada menos que la libertad, la cultura y el futuro. No lo hacemos por dinero, ni estamos motivados por intereses políticos, geoestratégicos o de otra índole. Lo hacemos con sentido de justicia, para ofrecer esperanza y porque sabemos que es necesario por el bien futuro de los que vienen detrás nuestro. Esa es nuestra fuerza y el motivo por el cual no podemos perder.


Sabemos que no tenemos la verdad absoluta y sabemos que no podemos ganar todas las batallas, pero sabemos igualmente que al final la victoria será nuestra, o mejor dicho, de la humanidad. No existe otra opción posible, ya que no vencer en esta guerra intemporal significaría la prematura destrucción de la humanidad, la vuelta del totalitarismo más extremista, el control del pensamiento por parte de los poderes privados.


La industria del entretenimiento es una marioneta de unos poderes ocultos en despachos en los que la luz apenas puede penetrar, unos despachos llenos de humo de puros habanos y seres semi humanos conspirando para controlar a esa gente que les da su dinero, el sudor y su sangre para mantener económicamente y sin saberlo sus perversas obsesiones por dominar el mundo mediante el control del conocimiento colectivo.


La industria del entretenimiento tiene al mismo tiempo sus propias marionetas, patéticos seres sin honor ni principios, que venden su alma a sus amos y señores. Esos individuos son capaces de no querer ver que insultar a los ciudadanos es una medida efectiva sólo a corto plazo, pero que a medio y largo plazo revertirá en su contra y les hará inevitablemente entrar en desgracia. No le pasará lo mismo a la industria del entretenimiento, traidora por naturaleza, que mientras promulga leyes fascistas mueve fichas en la sombra para poder seguir ganando su buen dinero a costa de los demás, sin trabajar y cuando la guerra que ellos han iniciado, ellos mismos la pierdan.


Ese día, los desgraciados y autoproclamados artistas serán los que paguen las consecuencias de esta realidad y cuando acudan en busca de ayuda a los ciudadanos que han insultado probablemente no encuentren más que la tempestad que de manera insensata han provocado con su sublime falta de perspectiva. Eso es lo que le siempre le pasa a la gente sin honor.


Pero yo, como activista pienso que hay que para poder hablar sobre todo esto hay que hacer, y como creador he decidido dejar el activismo para crear, para demostrar que se puede crear sin necesidad de usar el copyright extremista que tal vez sirvió en la época analógica, pero que para nada sirve en el futuro digital.


Dejo la primera fila de batalla y paso a la retaguardia a trabajar, a escribir, a terminar de pasar a digital un libro que escribí hace unos años, para luego poder hacer lo único que creo justo y honrado, ofrecerlo en Internet gratuitamente, libremente, para que perdure, para que la gente lo lea y disfrute o lo aborrezca y si luego alguien quiere darme una donación, bienvenido sea, pero como proyecto de artista sincero, sólo quiero que perdure el mayor tiempo posible.


Y después volveré a la primera fila, sabiendo lo verdaderamente duro que es eso que dicen que es tan duro; ser creador y que la gente se baje de Internet sin pagar tu obra. Esto en realidad ya lo sé, soy creador y ofrezco muchas obras ya gratuitamente, pero por mi espíritu científico haré más pruebas, y esta vez con un libro. Entonces todos esos mentecatos y necios tendrán que enfrentarse a una demostración empírica. Veremos quién tiene la razón entonces. Veremos si alguien en la sombra o a la luz puede enfrentarse a mi convicción y a nuestros argumentos.


No paso a la retaguardia por miedo o cansancio, sino con un propósito claro: obtener más y mejores armas, las de la razón para luchar contra el fascismo atemporal, ajeno a siglas, razas y religión. Y para que mi obra viva en Internet. N quiero que le pase como a las obras de algunos obsesionados por evitar que la gente las disfrute libremente, obras que morirán irremisiblemente metidas en una caja de rancio aroma a cerrado, la caja del copyright y el DRM. (contro digital de derechos de reproducción).


“Si hay algo en la Naturaleza que sea menos susceptible de propiedad exclusiva que todo lo demás, es la acción del poder intelectual llamada “idea”, ya que un individuo puede poseerla exclusivamente mientras se la guarde; pero el momento en que se divulga, se convierte por fuerza en la posesión de todos, puesto que el receptor no puede desposeerse de ella. Quien recibe de mí una idea recibe instrucción sin disminuir la mía; igual que quien enciende su vela con la mía recibe luz sin oscurecerme.” Thomas Jefferson



Mario A. Pena (cc) by-sa 2005

1 comentario:

ElDavid dijo...

Que sepas que yo me pido un ejemplar firmado.