Al principio no había nada. Y luego ya empezó a haber cosas. Al principio estábamos al borde del precipio, atraidos por la altura, esperando caer, esperando ver qué se escondía tras aquella pesada niebla.
Después descubrimos que el principio no era sino el final de una historia anterior... Desde ese momento supimos que siempre había sido así.
Y la entonces la niebla se disipó.
lunes, noviembre 21, 2005
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